
¿Por qué debes salir de tu zona de confort?
La zona de confort es ese estado en el que te sientes a salvo de todo. No necesitas esforzarte, cambiar o motivarte, simplemente conoces la rutina y pisar fuera te resulta inseguro. Es posible que tu zona de confort esté en el extremo menos negativo (aunque sin permitirte avanzar) o que, por el contrario, el supuesto «confort» quede muy lejos de lo que realmente resulta placentero. En ambos casos, te prohíbes la oportunidad de crecer y vivir mejores experiencias.
El miedo al cambio como principal obstáculo
El miedo al cambio es uno de los mayores obstáculos que limita al ser humano. Arriesgar es cosa de valientes y muy pocos tienen el coraje para hacerlo. Si tienes un empleo que satisface tus necesidades será difícil que te arriesgues a dejarlo, muy a pesar de que pasen junto a ti mejores oportunidades. Te preguntarás, ¿Quién me garantiza el éxito? ¿Tendré que esforzarme más? ...en fin, serán muchas las justificaciones que frenarán tu intento.
Por desgracia, el miedo a arriesgar atenta incluso en las situaciones más difíciles. Por ejemplo, hay quienes prefieren vivir relaciones tormentosas, ser explotados laboralmente o sufrir vicios extremos, a tener que arriesgar el «confort» del terreno conocido. Sin embargo, no se dan cuenta que para disfrutar de una vida confortable es necesario cambiar lo que debe ser cambiado si realmente desean vivir al máximo.
Beneficios resultantes de salir de tu zona de confort
El éxito crece lejos de tu zona de confort.
Salir fuera de tu zona comoda sin dudas es una decisión que asusta. No obstante, a pesar de que sea una experiencia incómoda, si lo haces abrirás las puertas a nuevas oportunidades que no llegarían si eliges quedarte «a salvo». Al final comprenderás que ni tu zona segura es tan segura, ni el cambio es tan aterrador. ¿Quieres saber los beneficios?
Aumentas tu autoestima
Cuando consigues enfrentar el cambio tu autoestima aumenta. Te dices a ti mismo que eres capaz de hacer nuevas cosas, estarás preparado para asumir nuevos retos. La visión que tienes de ti será más positiva y finalmente terminarás haciendo cosas más complicadas.
Haces que las cosas sucedan
Al brincar la cerca de tu zona de confort estarás más comprometido con lo que buscas. No basta con desear bajar de peso si no vas al gimnasio, o ansiar dejar de fumar si no intentas hacerlo. Solo con acciones conseguirás verdaderos resultados.
Tomarás por completo el control de tu vida
Cuando eres capaz de hacer lo que deseas en lugar de conformarte con lo que «te tocó», habrás tomado el control de tu vida por completo. Ahora no esperarás a que las cosas sucedan, sino que irás a buscarlas. A partir de dicho momento vivirás con menos estrés y más motivación.
Tendrás acceso a una mejor vida
El mayor beneficio de salir de tu zona de confort es tener acceso a una mejor experiencia de vida. Cuando hablamos de salir de tu área de confort es para dar un salto hacia algo mejor y nunca hacia algo peor. Ahora eres tú quien pones los límites, así que podrás llegar tan lejos como quieras.
Tácticas para salir de tu zona de confort
Ya que tienes claro las oportunidades que te esperan fuera de tu zona segura, es momento de ir a la acción. No será una tarea simple, pero si pones todas tus fuerzas puede que tú mismo te sorprendas. Aquí van algunas de las tácticas en las que te puedes auxiliar.
Realiza tareas diferentes
El cambio atrae al cambio, una pequeña variación puede terminar modificando más de un aspecto sin pretenderlo. Tan solo la tarea de pintar nuestra casa pudiera empujarnos a variar la posición de los muebles, sustituir la alfombra o incluso modificar costumbres hogareñas. Por tanto, un impacto semejante tendría sobre ti que intentaras cambiar tu rutina.
Si visitas nuevos lugares, te reúnes con nuevas personas y hace las cosas de forma diferente a las de siempre, favorecerás a que se expandan tus límites. Sin darte cuenta estarás abierto al cambio y, finalmente, te sentirás listo para salir de tu zona segura.
Anticípate a todas tus excusas
Debes tener conciencia de que la gran mayoría de tus excusas se apoyan sobre una de las paredes cómodas de tu zona de confort. Cuando logres entender que los límites los determinas tú, te convencerás de que no hay justificación alguna a la resistencia. Piensa claramente en esas trabas que te impiden iniciar ¿Realmente tienen suficiente peso?
Trata de mirar las dificultades a través de un lente resolutivo. No te enfoque en los problemas enfócate en sus soluciones. Si logras hacerlo tomarás las riendas de tu vida rápidamente.
Desafíate a ti mismo
Salir de tu zona de confort es una decisión personal que requiere del 100% de tus esfuerzos. Es imposible que aspires al cambio sin tu propio consentimiento. Trabajar desafiándote a ti mismo será vital para que logres verdaderos progresos.
Al competir contigo mismo te darás la oportunidad de interiorizar que estás preparado para asumir retos superiores. Cada victoria te llevará a una nueva conquista y, por tanto, te sentirás más seguro de ti y de tus posibilidades.
Nunca te des por vencido
La realidad es que alcanzar cualquier conquista requiere de múltiples ensayos. Si las cosas no salen como esperabas no pienses ni por un instante en tirar la toalla, en su lugar busca una nueva estrategia y vuelve a la batalla. Visualiza al éxito como un camino, nunca como un destino. Desistir en medio de tu transición significa tirar por la borda todas las conquistas anteriores. ¿Sería justo?
Salir de tu zona de confort no es más que expandir tus límites. Conseguir que aquello a lo que temías pase a formar parte de tu rutina. Por tanto, consiste en variar o hacer crecer tu zona segura. Funciona como un ciclo infinito, un proceso absolutamente necesario para nuestra evolución como personas. ¿Y tú?, ¿Ya estás haciendo algo para salir de tu zona de confort?
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