
Cómo administrar tu día para obtener excelentes resultados
Saber sacar provecho de cada uno de nuestros días es fundamental para alcanzar nuestras metas. El tiempo es limitado y, por tanto, es primordial saber cómo utilizarlo. No solo por el hecho de que desperdiciarlo suponga un retraso en nuestros proyectos, sino también porque el tiempo es vida … ¿Malgastarías tu vida sabiendo que es única e irrepetible?
Lo cierto es que muy pocas personas meditan sobre la administración de su tiempo. La gran mayoría no caen en cuenta que siguen una “rutina” incorrecta. Pasa un día, un mes, un año y así se les escapa la vida sin lograr verdaderos cambios… ¿La razón?, …todo por no saber cómo aprovechar el tiempo.
Cómo administrar correctamente tu día
Se ha demostrado que una de las principales causas del estrés es precisamente una deficiente administración del tiempo. Una indebida gestión del tiempo no solo ocasiona que se acumulen tareas, sino que además nos pone al límite de nuestras posibilidades. Muy pronto nos sentimos agobiados y sin ánimo para continuar. ¿Quieres saber cómo administrar correctamente tu día?
1. Inicia tu día lo más temprano posible
Empezar bien temprano es una máxima infalible en la administración de nuestro día. Después de una noche de descanso nuestro cerebro estará recargado y listo para comenzar. A horas tempranas estaremos lleno de energía. Por otro lado, el número de distracciones será menor. Así que con las pilas a tope y sin ningún motivo de disociación, será el instante oportuno para adelantar un gran número de tareas.
Por ejemplo, levantándote bien temprano evitarás atascos por el tráfico, llamadas telefónicas, interrupciones. Tendrás suficiente tiempo para analizar, hacer y comprobar. Podrás adelantar todo aquello que posiblemente no terminarías si lo hicieras a mitad del día.
2. Planifica tu día con anterioridad
La improvisación es un mal que atenta contra nuestro día. En cambio, una buena planificación tiene un efecto muy contrario. Cuando te tomas el tiempo de planificar tu día tienes la oportunidad de configurar tu agenda de forma adecuada. Podrás agrupar actividades parecidas, lo que te permitirá vencerlas con mayor rapidez. Darás prioridad a las tareas más urgentes. Podrás designar un tiempo para su realización y, lo que es mejor, todo eso sin que quede nada pendiente.
3. Aprende a delegar
Aprender a delegar no es una tarea muy fácil para muchos. El falso concepto de que “nadie lo hará mejor” provoca que muchos lleven a cuesta más responsabilidades que con las que son capaces de lidiar. Ya sea en casa o en el trabajo, aprender a delegar y compartir responsabilidades te dará la oportunidad de contar con más tiempo. De esa forma podrás prestar más atención a aquellas tareas que sí lo necesitan.
Si realizas un registro con el tiempo que toma realizar las tareas que pudieras delegar en otros notarás cuánto tiempo de tu día se te escapa.
4. Mantente enfocado
Sería de muy buena ayuda que cada vez que empieces tu día te enfoques en tus propósitos. Hacerlo te ayudará a canalizar toda tu energía en poder alcanzarlos. ¿Cuál será tu meta de hoy? ¿Hasta dónde quisieras avanzar?
En el deporte los entrenadores enseñan a sus atletas a sentir el éxito de una prueba antes de empezar la competición. De esa manera el deportista tiene una visión clara de cómo será su final. Funciona como ingeniería inversa. Una forma simple de aprender a planificar los pasos y organizar las fuerzas partiendo del final.
5. Registra los avances
Siempre es oportuno que dediques parte de tu día a registrar los avances. Hacerlo, además de darte una clara visión de cuánto te falta por hacer, también te mostrará cuánto has avanzado. Al hacerlo conocerás en qué debes esforzarte más, cuáles son las tareas a las que debes asignar más tiempo, y verás claramente el camino que falta recorrer. No olvides que saber cuánto has avanzado también es un excelente estímulo.
6. Dedica un minuto a visualizar tu objetivo final
El ajetreo de la vida muchas veces nos hace caer en la rutina. Sin darnos cuenta poco a poco vamos olvidando el sentido de nuestros esfuerzos y comenzamos a flaquear. Sin embargo, ¿Qué pasaría si cada día imaginamos la satisfacción que sentiremos cuando alcancemos nuestras metas?
Si cada día visualizas el objetivo que persigues cargarás de combustible tu tanque de energía. Se te hará más fácil cualquier exigencia o sacrificio. Por tanto, en ese instante pondrás muchas ganas a lo que haces y estarás más dispuesto a esforzarte. Así será más fácil seguir una dieta, continuar limitando tus gastos o realizar una tarea exigente.
La realidad es que una debida administración de nuestro día es primordial para todos. Al hacerlo optimizamos nuestro tiempo, garantizamos el avance de nuestras tareas y estaremos más cerca de alcanzar nuestras metas.
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