La mayoría de los empresarios tenemos el deseo y la necesidad de crecer, una de las grandes limitantes a la que nos enfrentamos es que frecuentemente sentimos que ese crecimiento se ve frenado por las capacidades productivas y de dedicación de nuestros colaboradores. Frecuentemente el fundador cree en su interior que todo el esfuerzo de crecimiento recae en él y que incluso ciertas actividades operativas son sumamente difíciles de delegar y ejecutar exitosamente sin su participación.

Una empresa logra convertirse en una empresa profesionalizada cuando puede tener vida propia y nadie es indispensable e irremplazable en la parte operativa y de generación de negocios, ni siquiera los dueños. Para que esto pueda implementarse de forma exitosa se necesita de un equipo en constante crecimiento, comprometido y capaz, un equipo altamente productivo que ponga todo de sí a la hora de materializar los objetivos de negocio.

¿Y cómo logramos tener un equipo comprometido, capaz, dispuesto a dar lo mejor de sí?

Por lo general, se suele pensar que los mejores empleados son muy caros y que el negocio que tenemos no da para mayores sueldos, es decir, que para acceder a un mejor equipo la única solución sería pagar más. Sin embargo, si bien esto es un factor que puede ayudar, no es único ni suficiente, y en muchos casos simplemente no es posible en el corto plazo, así que es indispensable ser creativos y audaces en buscar otras soluciones.

Aunque principalmente las personas trabajan a cambio de dinero, no es la única necesidad humana. Hay que entender la psicología del empleado, qué quiere del empleo, qué espera de la vida y qué puede hacer dicho trabajo para encajar en sus necesidades y deseos presentes y futuros.

Un empleado es una persona que también tiene otras necesidades humanas que no solo se satisfacen con dinero, como: reconocimiento, estabilidad, sentido de pertenencia, la esperanza de un estatus de vida futura superior a la actual y cariño. Si la empresa logra crear un sistema que satisfaga algunas de estas necesidades, el ofrecimiento integral al empleado vale más. El buscar satisfacer estas necesidades implican un esfuerzo adicional para implementarlas por parte de la empresa, pero el rendimiento es mucho mayor que solo hacer la transferencia directa con un aumento de sueldo.

Una propuesta integral a tus empleados puede convertirse en una ventaja competitiva de tu negocio, al lograr atraer a mejores personas y lograr despertar en los empleados actuales el deseo “de hacer más y de ser más”.

¿Y cómo logramos estimular la productividad en los empleados?

Veamos 5 estrategias que pueden ser parte de tu plan integral de aumento de la productividad.  

1.  Define un claro plan de entrenamiento, con objetivos y métricas

El conocimiento es hermoso y constituye un gran impulso en las personas correctas. Esto toma aún mayor peso si se trata de personas jóvenes en sus primeros años laborales que desean poner en práctica todo lo aprendido. Por eso se debe diseñar un plan de entrenamiento, retador, realista y con objetivos medibles.

A partir de dicho plan de adiestramiento será posible llevar las métricas de dónde partimos con cada empleado, su plan de aprendizaje y lo que esperamos de su avance. Será una manera fácil de identificar los puntos débiles sobre los que hay que trabajar y la posibilidad de reconocer los avances.

2.  Enséñales la importancia de la administración de su tiempo

Las horas del día son un recurso con el que todos contamos en igual proporción, algunos colaboradores logran hacer un uso eficiente de él, mientras otros lo desperdician. El uso efectivo de las horas sumadas de todos los miembros del equipo es fundamental para lograr una empresa eficiente.

Existen métodos probados que hacen posible el aumento del rendimiento de nuestro día. Por lo tanto, una buena iniciativa sería enseñar a tus empleados técnicas para organizarse mejor y lograr avanzar más en hora laborales, de lograrlo de forma efectiva estarás trabajando directamente haciéndolos más productivos, ya que lograrán avanzar más en el mismo tiempo.

Aprovecho para invitarte a que conozcas la Técnica Montreal, un método de administración del tiempo que nos ha dado excelentes resultados en las empresas en las cuales operamos.

3.  Alinea objetivos de la empresa con objetivos de crecimiento persona

Si tu empresa trabaja en un plan de expansión, y éste llegara a materializarse ¿Cuáles serán las nuevas oportunidades brindadas por tu organización? ¿Existe la posibilidad de un aumento de sueldo?

Temas de esta índole se convierte en verdaderos incentivos para tus trabajadores, cuando el presente no alcanza es necesario vender futuro. De lograr que ellos crean en el plan los incentivará a dar un esfuerzo superior en ser productivos.

4.  Sistema de incentivos no monetarios (premios, reconocimientos)

Esta técnica ha sido explotada exitosamente por muchísimas organizaciones, y no se trata de otra cosa que del reconocimiento moral del empleado. Puede ponerse en práctica fácilmente, tan solo con un diploma o agradecimiento expreso o ceremonia de celebración.

Lo importante es siempre reconocer cada vez que tu subordinado haga un esfuerzo extraordinario o ayude a incidir en la productividad de otros. Esta técnica la puedes ver implementada en todos los ejércitos del mundo, los Mcdonald's así como en wallmart.

5.  Desarrolla Líderes que tengan la habilidad de implementar un sistema de mejoras

Normalmente las estrategias de optimización y aumento de la productividad suelen ser creadas e implementadas por los dueños de las empresas, en el momento que su tiempo es limitado y no da seguimiento al aumento de productividad laboral. Muchas de las iniciativas se ven paradas, por lo que es necesario delegar esta actividad a un miembro del equipo que se haga responsable de su implementación, le da viabilidad. Tu función como empresario debe ser crear un líder interno que sepa que sí es posible hacer más con los mismos recursos.

Aunque hacer que tu equipo sea productivo no es una tarea fácil, tampoco es una misión imposible. Es necesario sumarles a las ganas, mucho compromiso y poner en práctica algunas de las técnicas mencionadas, implementar evaluar y mejorar. El cambio no llegará de la noche a la mañana, pero puedes estar seguro de que de implementarlo de forma correcta, pronto comenzarás a ver los resultados.